viernes, enero 22, 2010

LA ESQUINA


Parados y extraviados por ocasión

era un adiós y una cercanía a cuestas de la gente

me atabas a ti y me echabas a la vez

me perdía en tu camisa

tus manos se perdían debajo de mis ropas

era innegable irnos cada quien por su lado

era innegable quedarnos de pie sin dejarnos ir

déjame cogerte de la mano

déjame llevarte conmigo a no se donde

vámonos de aquí a cuestas, diestras y siniestras

no te resistas larguémonos de aquí

voy a dejarte ir conmigo, déjame ir contigo

déjame engañarte y dejare engañarme

larguémonos de aquí.

Las gentes nos miran extasiadas incomprensiblemente

que lo hagan, que nos vean, que nos envidien

si lo hacen de aquella forma es porque no somos simples mortales

somos mortales no comunes con eso que nos hace diferentes

engrana tus dedos a mis dedos

mírame así como lo haces en esta esquina y en todos lados

acércate así sin mas dudarlo.

Después nos iremos tu y yo cada quien por su lado

cuando camines por esa calle, ese callejón, esa esquina

recordaras a este mortal quizás ahora tan común como los demás

estarás caminando por esa calle, ese callejón, ese rincón

veras esa esquina de aquella tarde, de esa noche, de ese instante

con su pared intemperizada y congelada por el tiempo

esa es nuestra esquina, de aquella calle, de aquel rincón

de ese instante extraviados por ocasión

la esquina queda sin extraviarse

se queda sin inmutarse ni desvariarse

no importa que estemos ya distantes

la esquina cómplice se queda siempre así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario