LA IDA

 

Caminamos a pasos ligeros a veces

corremos sin cesar agigantadamente sin mirar atrás

nos detenemos, observamos a pasos quietos,

pasos ligeros, el tiempo pasa sin dar observaciones,

tu rostro refleja el paso del tiempo aledaño y contemporáneo,

tus ojos reflejan el alma de vida entera del barro y arte;

los sentidos se hacen expresión del alma entera en nuestros sentidos,

tu bondad, tu simplicidad se hacen aire de vida,

tus gestos sinceros se hacen voces en el tiempo

que acaricia los huesos de las venas enteras de nuestros silencios,

nuestras almas no hacen más que acariciar esa tu alma extendida al universo

corres en el tiempo y se hace voces en tus gestos sinceros que nos acarician,

te pones de pie mirando al horizonte al ocaso del sol durmiente

ahora duermes con el mundo a tus pies, los cielos se encienden

los mares y cielos se confunden con tu alma;

caminamos y observamos tus horizontes utópicos,

tu silencio de hace voces en millones de ecos,

se extiende sutilmente al universo de las almas

tu vida es elegante e inesperada, intempestiva, expresiva hasta los huesos de los aires,

circunscrito a los mares y los cielos azules

no hay que irse sin quedarse y sin perderse en el olvido del mar profundo y olvidado,

te haces eterno, tan complejo y tan simple,

siempre al aire de los mares y a la tierra en tus raíces de roca y madera,

tu ida se hace aire y se expande por los mares en nuestros silencios,

tus ecos se hacen voces en nuestros tiempos de silencios,

esos silencios tuyos, silencios de huesos eternos

tu ida se hace eterna, tu ida siempre,